Datos de interés

Partido Judicial: Molina de Aragón
Provincia: Guadalajara
Altitud: 1246 m
Distancia de la capital: 168 km
Dirección ayuntamiento: Pl. la Iglesia, 1
Teléfono del ayuntamiento: 949 841 356
Código Postal: 19325
Población: 64 Habitantes
Cordenadas GPS: Longitud: -1.668 Latitud: 40.722
Longitud: -1° 40' 4.7994" Latitud: 40° 43' 19.2"
Provincia: Guadalajara
Altitud: 1246 m
Distancia de la capital: 168 km
Dirección ayuntamiento: Pl. la Iglesia, 1
Teléfono del ayuntamiento: 949 841 356
Código Postal: 19325
Población: 64 Habitantes
Cordenadas GPS: Longitud: -1.668 Latitud: 40.722
Longitud: -1° 40' 4.7994" Latitud: 40° 43' 19.2"
El lugar

Pueblo de agricultores es Tordellego allá por las serrezuelas del Bajo Señorío, y en consecuencia uno de los pueblos de la Provincia más apartados de la capital. Piedra ocre y pátina marrón es la característica principal en la lejanía de las casas de Tordellego. Una imagen del Sagrado Corazón pintada en colores chillones preludia al tranquilo lugar muy cerca de las primeras casas. La imagen se alza sobre una peana elevada, con inscripciones piadosas sobre sus caras, y con una leyenda sobrepuesta en el frontal que dice: "Pedimos tu gracia y tu bendición, paz en la tierra y la salvación. Adveniat regnum tuum. Amén". En viajes precedentes recuerdo haber leído en el mismo sitio: "A devoción del señor cura párroco D. Hermenegildo Malo y del pueblo de Tordellego, para perpetua memoria. Año 1928".En cualquier caso, la sagrada imagen, el Santo, como lo llaman los lugareños, no deja de ser una enseña original y curiosa.
Dentro del pueblo, uno se da cuenta enseguida de que en tiempo pasado debió de contar con una población importante, dada la cantidad y buena hechura de sus viviendas y, sobre todo, la enorme fábrica de su iglesia parroquial de Santiago Apóstol, en la que, curiosamente, veneran en su propia capilla una imagen de Nuestra Señora de los Desamparados, réplica de la patrona de Valencia, con fiesta mayor el segundo domingo de mayo, acontecimiento que vuelve a repetirse en el mes de agosto, aprovechando la estancia temporal de los que viven fuera.
Además de la propia carretera, que continua hacia Adobes y Piqueras, otra de las calles más importantes de Tordellego es la del Arroyo. Tiene una especie de muro de cemento en mitad que la recorre casi entera, con la fuente pública sobre pequeña espadaña al final de la misma. La torre, con su reloj bien visible por debajo del campanario, sirve de referencia al barrio más céntrico y más antiguo del pueblo, al Tordellego rural y campesino de otros tiempos, y que hoy se adivina en cualquiera de los rincones típicos, en la estupenda rejería de algunas casas y en la memorria de la gente mayor.
La escasa población de Tordellego no suele verse por las calles a la hora del máximo ceremonial del día, a la hora de la comida. El pueblo debe poseer un historial curioso, cargado como casi todos los pueblos de aconteceres insólitos que se llevó el vendaval de los años. Lo dice el aspecto de sus calles en cuesta y hasta el vientecillo suave que viene de la vega; también el hecho mismo de su relativo aislamiento de los principales ramales de comunicación. Sus gentes -así me consta- son cordiales y sin prejuicios, abiertas, confiadas y obsequiosas, con un profundo sentido de la hospitalidad como corresponde a la comarca en donde viven.
Dentro del pueblo, uno se da cuenta enseguida de que en tiempo pasado debió de contar con una población importante, dada la cantidad y buena hechura de sus viviendas y, sobre todo, la enorme fábrica de su iglesia parroquial de Santiago Apóstol, en la que, curiosamente, veneran en su propia capilla una imagen de Nuestra Señora de los Desamparados, réplica de la patrona de Valencia, con fiesta mayor el segundo domingo de mayo, acontecimiento que vuelve a repetirse en el mes de agosto, aprovechando la estancia temporal de los que viven fuera.
Además de la propia carretera, que continua hacia Adobes y Piqueras, otra de las calles más importantes de Tordellego es la del Arroyo. Tiene una especie de muro de cemento en mitad que la recorre casi entera, con la fuente pública sobre pequeña espadaña al final de la misma. La torre, con su reloj bien visible por debajo del campanario, sirve de referencia al barrio más céntrico y más antiguo del pueblo, al Tordellego rural y campesino de otros tiempos, y que hoy se adivina en cualquiera de los rincones típicos, en la estupenda rejería de algunas casas y en la memorria de la gente mayor.
La escasa población de Tordellego no suele verse por las calles a la hora del máximo ceremonial del día, a la hora de la comida. El pueblo debe poseer un historial curioso, cargado como casi todos los pueblos de aconteceres insólitos que se llevó el vendaval de los años. Lo dice el aspecto de sus calles en cuesta y hasta el vientecillo suave que viene de la vega; también el hecho mismo de su relativo aislamiento de los principales ramales de comunicación. Sus gentes -así me consta- son cordiales y sin prejuicios, abiertas, confiadas y obsequiosas, con un profundo sentido de la hospitalidad como corresponde a la comarca en donde viven.
Historia

Tiene dos etimologías: on Gregorio López Latorre dice que proviene de Torre y Llezgo, que según él es una hierba muy conocida, y según el P. Rizo, viene de la exclamación tarde llegó; porque habiéndose librado una batalla en sus inmediaciones, uno de los capitanes advirtió al general, que acababa de llegar con refuerzos, la ineficacia de su venida, puesto que ya las tropas enemigas habían alcanzado la victoria.
Se halla enclavado entre los pueblos de El Pobo, Setiles, Tordesilos, Adobes, Piqueras y la dehesa de Teros, y situado en un hondo, que hace su clima templado, aunque su terreno es frío. Lo forman unos 120 vecinos, en otras tantas casas de buena construcción, agrupadas en torno de su buena Iglesia parroquial de primer ascenso, dedicada a Santo Tomas apóstol. Ésta tiene una esbelta torre con chapitel y cúpula de cinc, y dos campanas de hermoso sonido. La casa rectoral, es bastante buena, y frente a ella, hay un microscópico huerto. Entre sus edificios, llama muy particularmente la atención, una suntuosa casa, construida en medio del pueblo, a expensas de Don Francisco García, farmacéutico de Don Carlos VII, cuya construcción le costó 90.000 reales.
Posee este pueblo, una buena fuente con caño, y pilón para los ganados de labor, y junta a ella está la fragua, y un lavadero. Dentro de su término, hay un monte alto de carrasca, un despoblado titulado Mortus, que compraron al Estado, un monte y tierras de labor, titulados Matilla y Zarzoso, comprados a Don Julián Martínez, canónigo de Zaragoza en 60.000 reales, y un puente ordinario con dos arcos a la salida del pueblo, en dirección a Setiles, para dar paso al río Gallo, según dejamos expuesto hablando de Prados Redondos.
El terreno, es escabroso, y sus producciones, granos, legumbres, algo de azafrán y verduras ordinarias rogadas con agua de pozo. Celebra su fiesta anual a Ntra. Sra. de los Desamparados, y corresponde al arciprestazgo de Tordesilos y al centro de Conferencias de Seliles. Dista veintiocho leguas de Guadalajara, su provincia; cuatro de Molina, su partido judicial; quince de Sigüenza, su nueva audiencia de inscripción, y treinta y ocho de Madrid, su Capitanía general. Entre este pueblo y Anquéla la Seca, hay una dehesa llamada Teros, la cual antiguamente era pueblo con castillo, y se despobló el año 1356. Esta dehesa, fue vendida por el Sr. Marqués de Embid a la familia de los Liñanes, de Ojos negros, en 23.000 duros. En la actualidad, pagan los pueblos limítrofes por los pastos, 16.000 reales todos los años. El último párroco de Tordellégo, que murió el año 1882, legó en su testamento para la Iglesia, un armonium de propiedad particular; y al curato, su buena librería.
Se halla enclavado entre los pueblos de El Pobo, Setiles, Tordesilos, Adobes, Piqueras y la dehesa de Teros, y situado en un hondo, que hace su clima templado, aunque su terreno es frío. Lo forman unos 120 vecinos, en otras tantas casas de buena construcción, agrupadas en torno de su buena Iglesia parroquial de primer ascenso, dedicada a Santo Tomas apóstol. Ésta tiene una esbelta torre con chapitel y cúpula de cinc, y dos campanas de hermoso sonido. La casa rectoral, es bastante buena, y frente a ella, hay un microscópico huerto. Entre sus edificios, llama muy particularmente la atención, una suntuosa casa, construida en medio del pueblo, a expensas de Don Francisco García, farmacéutico de Don Carlos VII, cuya construcción le costó 90.000 reales.
Posee este pueblo, una buena fuente con caño, y pilón para los ganados de labor, y junta a ella está la fragua, y un lavadero. Dentro de su término, hay un monte alto de carrasca, un despoblado titulado Mortus, que compraron al Estado, un monte y tierras de labor, titulados Matilla y Zarzoso, comprados a Don Julián Martínez, canónigo de Zaragoza en 60.000 reales, y un puente ordinario con dos arcos a la salida del pueblo, en dirección a Setiles, para dar paso al río Gallo, según dejamos expuesto hablando de Prados Redondos.
El terreno, es escabroso, y sus producciones, granos, legumbres, algo de azafrán y verduras ordinarias rogadas con agua de pozo. Celebra su fiesta anual a Ntra. Sra. de los Desamparados, y corresponde al arciprestazgo de Tordesilos y al centro de Conferencias de Seliles. Dista veintiocho leguas de Guadalajara, su provincia; cuatro de Molina, su partido judicial; quince de Sigüenza, su nueva audiencia de inscripción, y treinta y ocho de Madrid, su Capitanía general. Entre este pueblo y Anquéla la Seca, hay una dehesa llamada Teros, la cual antiguamente era pueblo con castillo, y se despobló el año 1356. Esta dehesa, fue vendida por el Sr. Marqués de Embid a la familia de los Liñanes, de Ojos negros, en 23.000 duros. En la actualidad, pagan los pueblos limítrofes por los pastos, 16.000 reales todos los años. El último párroco de Tordellégo, que murió el año 1882, legó en su testamento para la Iglesia, un armonium de propiedad particular; y al curato, su buena librería.
Patrimonio

La iglesia parroquial es un magnífico ejemplar arquitectónico, construido en el siglo XVIII; muestra una sencilla portada orientada al sur, de límites moldurados, y una torre sobre el muro de poniente, construida en bien tallado sillar. El interior, de gran amplitud, es de una sola nave, con amplio crucero y presbiterio en alto. Frente a la entrada, destaca la curiosa capilla de la Virgen de los Desamparados, levantada por la familia Malo, y cuajada con obras de arte. El altar principal de ella lo mandó hacer y traer de Valencia, a comienzos del siglo XVIII, don Marcos Redondo, Poniendo en su centro un buen cuadro y dos tallas de Santo Domingo de Guzmán y San Pedro Mártir. Por los muros se distribuyen variados lienzos representando santos. El altar mayor de la parroquia presenta en su centro al apóstol Santo Tomás, y a sus lados a San Pedro y San Pablo, presidiendo el conjunto una talla de San Roque y aun otra del Padre Eterno. Hay otros varios altares barrocos, en general buenos, dedicados a la Virgen del Rosario, a la Virgen del Carmen, y al Cristo de la Agonía y del Perdón. En su sacristía se conservan algunas interesantes piezas de orfebrería. Por el pueblo se distribuyen varias casas de típica traza molinesa y aun serrana, con muros de fuerte sillar bien tallado, dinteles con frases y signos populares, etc.
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